Emocionados, compartimos la carta que nos escribieron los papás de Morena Pereyra, ex-alumna de la escuela.
¡Gracias, de todo corazón, por este conmovedor abrazo!
Burzaco, 29 de abril de 2014.-
Buoni Giorni Principesse!!! (Buenos días Princesas)
Que grato es poder comunicarnos de nuevo con ustedes, desde todos los aspectos, humanos, profesionales, afectivos a través de vuestro trabajo y de nuestra experiencia con ustedes. Esta carta tiene un antiguo agradecimiento, nuestro, personal, desde hace 14 años y hasta el presente, pero seguramente tiene decenas, centenas, miles de años, tantos como desde la creación de la enseñanza, la enseñanza especial, y desde luego desde la creación de la escuela Santa Cecilia; ese pedazo de cielo al que nos fue permitido acceder. Desde la educación publica, desde el lugar sagrado de la vocación educativa, que tan solo ustedes saben que la tienen y sostienen, todos los días, contra viento y marea. Son educadoras, asistentes, porteras, cocineras…
Son Ángeles. Son Ángeles que desde ese pedazo de cielo han hecho posible, solo sabe Dios, para cuantos niños y padres, que otra vida es posible, que nuestros sueños sean posibles, por vuestra pericia, vocación, dedicación y amor.
Y dijimos amor, si, pues antes que nada eso se recibe y percibe cuando uno traspone el umbral de la puerta de esa escuela, que de afuera se ve solo como eso, una simple escuela, pero desde dentro, uno tiene la seguridad que hay algo celestial que lo ha tocado, que lo ayuda, y que da la seguridad a los niños y padres, ya dentro, que uno no esta solo; hasta diríamos que, nunca más estaremos solos, porque a partir de vuestra intervención, la huella que todos ustedes dejan, es para siempre. Podríamos decir el nombre de cada una, pero Dios sabe ya sus nombres.
En nuestra experiencia, durante seis hermosos años, pudimos recibir vuestra ayuda, contención orientación a todas nuestras dudas y tribulaciones.
Mas de una vez hemos podido percibir, que además de trabajar para todo esto, eran humanas, no como nosotros, no sabemos porque, como más elevadas, pero ambos de naturaleza humana, ustedes nunca nos contaron sus problemas, sus carencias, sus dudas, sus desamores, sus tribulaciones. Ustedes están todos los días ahí, esperándonos para que nuestros niños sean cultos, integrados, buenas personas. Pero ustedes, tan mortales como nosotros, no trajeron problemas jamás, solo soluciones, solo nosotros contábamos nuestros problemas, casi como si ustedes pudieran resolverlo todo. Créannos, sí lo hacían, que bueno es comenzar todos los días con sus miradas compasivas, sus oídos atentos y vuestro trabajo constante.
Catorce años después, siguen ahí, para nosotros, para otro niño nuevo y la familia de ese niño que las necesita, firmes, fuertes para formarlos y formarnos, seres humanos frágiles y sensibles y tan vulnerables como cualquiera de nosotros, pero impostadas en sus guardapolvos, para ese entonces ya los soldados mas poderosos y fuertes del mundo, con la coraza del amor y con las dos armas invencibles que no temen utilizar de inmediato, la vocación y el profesionalismo.
En este mundo tan degradado y donde la vida pasa por acciones tan infrahumanas, saludamos con amor, agradecimiento y eternos deseos de buenaventura a docentes auxiliares y directivos de ese pedazo de cielo llamado Santa Cecilia, escuela pública.-
Brindemos, pues también gracias a USTEDES… LA VIDA ES BELLA.-
Padres de Morena Pereyra
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